Egresó del Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico en 1936, con la ópera en un acto El rosal de las ruinas. Si bien su producción incluye diversos géneros, tuvo predilección por el folclore. Fue profesora de música en establecimientos del Consejo Nacional de Educación, y dejó un considerable aporte al repertorio escolar. Fue becada por la Comisión Nacional de Cultura para estudiar in situ la música del noroeste argentino. Ejerció la crítica musical en la revista La Mujer, desde fines de la década de 1930 y en 1961 creó en memoria de su madre una organización para estimular a instrumentistas jóvenes. De su producción sinfónica y teatral hubo poca difusión; y si bien algunas partituras fueron ejecutadas en el Teatro Colón -durante la década peronista- la mayoría permaneció sin estrenar. Es famosa su sinfonía "A una mujer’, dedicada a Eva Duarte Revista Argentina de Musicología, 2001)
