Ilda Maldonado de Trías (87 años) llegó al barrio en noviembre de 1952, “cuando había solamente una entrada para el barrio, por la calle Adán Quiroga”. Ilda puede recitar el apellido de las familias de la manzana en la que vive y llega a la conclusión que solamente quedan otras dos mujeres, aparte de ella, que están desde que se construyó el barrio. “Eramos familias con hijos chicos, que nos fuimos haciendo muy unidos. Recuerdo por ejemplo los carnavales, donde incluso esperábamos a algún vecino, con el que teníamos una gran amistad, a las 7 de la mañana cuando se iba a trabajar. Y tenía que volver para cambiarse, pero él después se desquitaba a la tarde. O para las fiestas de fin de año, en la que se cortaba la calle y salíamos todos los vecinos con las mesas y las sillas a cenar y compartir las fiestas”, evoca.