Cada vez hay más personas que buscan proteger sus viviendas y esto llevó a que aumentara la venta de alarmas, cámaras de seguridad y la contratación de seguridad privada. También creció la demanda de concertina y dientes de tiburón. Todo, en lo que va del año. Esto, según un relevamiento que realizó DIARIO DE CUYO en empresas que ofrecen servicios para seguridad. La mayoría dijo que tienen mayor demanda. Algunos proveedores de seguridad privada dijeron que duplicaron la cantidad de barrios que vigilan. Los vendedores de alarmas tuvieron un 40% más de compradores, al igual que los que ofrecen elementos para medianeras como dientes de tiburón y concertinas. Mientras que los venden cámaras de seguridad aseguraron que duplicaron la cantidad de clientes. En total fueron relevadas 20 empresas que ofrecen los distintos servicios. Desde la seguridad privada dijeron que empezaron a vigilar barrios con mayor frecuencia, sobre todo los privados. Mario Flores es gerente de una empresa de vigilancia y dijo que antes era más común ver que en los barrios hubiera serenos. Sin embargo, ahora la gente cambió por seguridad privada ya que el efectivo que cuida está respaldado por una empresa, tiene seguro y según dijo, tiene mayor presencia que un civil. La demanda de este servicio aumentó más del doble. Hay empresas antes vigilaban sólo 2 barrios y ahora 5 y hay otras que pasaron de 1 a 2.
En el caso de las alarmas, los prestadores coincidieron en que a principio de año la venta fue floja y creen que fue por la suba de precios que hubo en todos los ámbitos. Sin embargo, dijeron que en marzo la demanda comenzó a repuntar, a tal punto que aumentó cerca de un 40% la cantidad de alarmas colocadas. Es que antes una empresa colocaba en promedio 5 alarmas por semana y ahora colocan unas 7.
Diego Montes, de Asistel, dijo que el aumento se vio sobre todo en las alarmas más económicas, que son las que no tienen servicio de llamado o monitoreo (ver aparte).
Y aunque dijeron que la venta de alarmas no fue lo que más subió en estos comercios, aseguraron que se vieron sorprendidos por la cantidad de gente que quiere cámaras de seguridad. ‘Antes era muy caro ponerlas, pero ahora la oferta es muy variada y eso da la opción de que todos puedan acceder’, dijo Montes, que también ofrece este servicio. Al igual que él, Emiliano Márquez, otro proveedor, dijo que la gente busca asegurar principalmente el acceso de la casa y el patio. La venta y colocación de cámaras creció considerablemente ya que las empresas pasaron de colocar 1 o 2 semanalmente a 5, al menos.
Otra de las medidas de seguridad que creció fue la colocación de concertina (alambre con puntas) y dientes de tiburón. Estos métodos, que suelen ser colocados por los mismos propietarios, muchas veces acompañan a los otros. ‘Es decir, que a las alarmas o las cámaras le agregan los alambres para evitar que se crucen las paredes’, dijo Fernando Burgos, que trabaja en una ferretería que ofrece estos elementos. Al igual que Burgos, otros dijeron que la gente considera que es la opción más económica y que antes tenían 4 clientes por semana y ahora reciben al menos 7.

