Después de mucho tiempo, este año volvieron los reclamos masivos de choferes de taxis y remises que reclaman una licencia para trabajar y que las mismas no sigan concentradas en manos de unos pocos. Los llamados truchos se concentraron en varias oportunidades en las puertas del Centro Cívico, no permitieron el tránsito de los demás vehículos y generaron un caos. En una de ellas, salieron a quejarse de que algunos recibieron un trato diferencial de Tránsito y Transporte, ya que aparentemente consiguieron un permiso especial para circular. Si bien el Gobierno lo negó enérgicamente, al poco tiempo Tito Motaña tuvo que dejar su cargo como máximo responsable de la repartición. Choferes y fuentes gubernamentales coinciden en que son unos 1.000 los que trabajan en la ilegalidad.
