Los investigadores del crimen de Candela Rodríguez creen que la niña pudo estar cautiva de una persona conocida, que la alimentó, no la ató ni le provocó lesiones previas a asfixiarla con una almohada.

Fuentes de la investigación dijeron que el cuerpo de la niña estaba llamativamente limpio, sin lesiones ni rastros más que el de haber sido asfixiada, lo que hace sospechar que pudo estar al resguardo de alguien que la conocía y la cuidó durante su cautiverio.

Las mismas fuentes dijeron que la investigación que lleva adelante el fiscal de Instrucción de Morón, Marcelo Tavolaro, apunta a dos hipótesis: que a la niña la mataron para dejar un mensaje mafioso o que efectivamente la mataron por una deuda familiar.

Los análisis realizados al cuerpo de Candela revelaron que la niña fue asfixiada con una almohada y que sólo tenía un leve golpe en la frente.

“Llama poderosamente la atención la forma de la muerte porque no tiene graves daños, está limpia”, reiteró en varias oportunidades uno de los investigadores consultados por Télam.

‘El estado de nutrición, hidratación de la niña y la falta de signos de ataduras hacen pensar que los días previos a la muerte pudo moverse normalmente dentro del perímetro en el que estaba encerrada, que no se sabe cuál es‘, indicó por la tarde a la prensa el fiscal federal de Morón, Federico Nieva Woodgate.

Por otra parte, anoche fue allanada una casa de dos plantas de la localidad bonaerense de Villa Tesei ante la sospecha de que allí fue mantenida cautiva Candela Rodríguez antes de ser asesinada, informaron fuentes policiales.

La vivienda está ubicada en la calle Charrúas 1081, de esa localidad del partido de Hurlingham, a 30 cuadras de la casa de la niña de 11 años y a sólo cinco del lugar donde fue encontrado el miércoles último su cadáver.

Según los investigadores, peritos de la Policía Científica trabajaban, hasta el cierre de esta edición, dentro de la vivienda en busca de rastros que permitan acreditar que allí estuvo cautiva la niña. Las pesquisas dijeron que se llegó hasta esa casa de Villa Tesei a raíz de dos testigos que declararon ante el fiscal de Morón, Marcelo Tavolaro, con identidad reservada.

Durante ese allanamiento la policía encontró restos de cabello que serán sometidos a un ADN.

Se trata de una casa de dos plantas, con un balcón en el primer piso y aberturas de madera que dan directamente a la vereda, a mitad de cuadra de un barrio de inmuebles bajos, cercano al cementerio de Hurlingham. Una vecina contó a la prensa que la casa es habitada por un hombre que trabaja como carpintero de nombre Alfredo, de unos 50 años, y que reside con su mujer. Según los vecinos, el hombre también tiene una camioneta blanca con cúpula y utiliza un galpón en el fondo de su terreno como taller. De todas formas, todos los vecinos consultados por Télam aseguraron que el dueño de la casa tiene un buen concepto y hasta participó de las marchas en reclamo por la aparición de Candela.

El fiscal reiteró que los pesquisas no desestiman ninguna pista: ni “narcotráfico” ni “trata de personas”.