En abril pasado, las autoridades de la unión vecinal del barrio Parque Industrial, de Chimbas, le prestaron a una familia la sede para que viviera. Ahora, las nuevas autoridades piden que les devuelvan el lugar porque lo necesitan para actividades de la vecinal y porque no es seguro para que vivan. Karen Aguirre, que está embarazada y vive en ese lugar, con sus dos hijas (de 6 y 8 años) y su marido, dijo que no se van porque no tienen a dónde ir.
Según Aguirre, ellos llegaron desde Mendoza (el marido es sanjuanino) a mediados del año pasado. Vivieron en la casa de una hermana de su esposo hasta que él consiguió trabajo en una empresa de limpieza y alquilaron una casita. Pero a los 3 meses le rescindieron el contrato en el trabajo y no podían seguir pagando el alquiler. Hablaron con el presidente de la vecinal, que ya no forma parte de la institución, y él los autorizó a que vivieran en esa edificación que no tiene baño, agua, ni luz. “Como pudimos le hicimos el piso y cerramos los huecos que habían en las paredes. Mi marido hizo un pozo negro de un metro y medio e instalamos un inodoro”, contó Karen y aseguró que su marido no puede hacer changas que le generen mucho esfuerzo porque tuvo un accidente laboral y le quedaron secuelas en la cabeza.
“Nosotros asumimos en la vecinal hace unas semanas y les pedimos a ellos que busquen un lugar para vivir. Pensamos que no pueden exponer a los chicos al peligro y por eso tampoco los vamos dejar en la calle. Pero necesitamos que nos devuelvan la sede”, dijo Iris Tapia, la presidente y contó que tienen cajas con libros guardados porque no pueden armar una biblioteca. Además dijeron que a la sede se le está cayendo el techo. “Tenemos miedo de que a ellos les pase algo. Tienen niños chicos y no pueden vivir en estas condiciones. Es imprescindible que busquen un lugar mejor para irse”, agregó Tapia. Mientras que Aguirre dijo que pidieron ayuda a la Municipalidad de Chimbas, pero no recibieron nada. Este medio trató de hablar con el intendente, Mario Tello, pero no contestó.
