Dólar vs Bolivar. El mercado alternativo de divisas entró en crisis en mayo, cuando el dólar tocó un máximo histórico de 8,2 bolívares tras revalorizarse un 25% en lo que va de año por una fuerte reducción de la oferta y una demanda exaltada. El Gobierno, que maneja el 95% de las divisas que ingresan el país, ralentizó la entrega de dólares a tasas oficiales -de 2,6 bolívares/dólar y de 4,3 bolívares/dólar-. Los analistas dicen que esta medida exacerbará la fuga de capitales y el mercado negro de divisas. Nacionalización. El riesgo político en el país OPEP también está hundiendo la confianza de inversores locales y extranjeros, atemorizados por la oleada de nacionalizaciones de empresas, expropiaciones de tierras y “leyes socialistas” que regulan su actividad. Pese a que el sector petrolero ha atraído multimillonarias inversiones, los industriales privados temen ampliar sus operaciones ante la posibilidad de ser expropiados. Esto amplifica los problemas del modelo rentista venezolano, que gasta gran parte de sus ingresos en importaciones. Estanflación. Venezuela podría ser uno de los pocos países americanos que siga en recesión en el 2010, luego de que el PBI cayó un 3,3% en 2009 con una inflación del 25%. Pese a la menor actividad económica, Venezuela continúa exhibiendo la mayor inflación de la región y una de las más altas del mundo. En abril, los precios al consumidor se dispararon un 5,2% y acumulan una subida del 11,3% en el primer cuatrimestre del año. Las reservas internacionales están en 26.614 millones de dólares, mínimos desde el 2007. Crisis eléctrica. La crisis eléctrica le está costando al país miles de millones de dólares por la importación de plantas térmicas y el aumento del uso de combustibles para alimentarlas. Además, el ahorro obligado reduce la productividad de empresas. Petróleo. La producción de crudo venezolano está estancada desde hace años, mientras que las constantes fallas en refinerías y otras instalaciones reducen sus ingresos por exportaciones.
