Los resultados positivos no llegan y los plateistas de San Martín se le hicieron sentir a los jugadores cuando Talleres anotó el tercer gol. Allí se desencadenó una serie de insultos para Pablo Lavallén y quien reaccionó fue Marcos Gelabert, quien ya había dejado la cancha. El volante explotó y también les contestó con duras palabras. Fue un cruce verbal intenso, que motivó que Lavallén se metiera y que hasta el cuarto árbitro tuviera que sacarlo porque estaba enfurecido y pegado al alambrado seguía discutiendo. Todo un síntoma que algo anda mal, más allá que Gelabert, entre insultos, también les pidió un reconocimiento a los jugadores por todo lo que habían logrado en el último tiempo.