Botones La gente no aprieta un botón para ir hacia donde quiere, ni siquiera aprieta los dos botones que señalan hacia dónde quiere ir. Aprietan los cuatro pulsadores. Cuando llega uno de los ascensores, el individuo que presionó los botones sube. Pero el resto de los cubículos tiene en su memoria el pedido de parar en ese piso para subir y bajar según las indicaciones previas. Esto demora el viaje de los van en el cubículo porque la puerta se abre para recibir a quien ya va en otro ascensor. Fila y peso Las personas entran en grupos numerosos y no de a uno, lo cual puede producir tropezones, o que los bolsos o carpetas se enganchen. Además no respetan el número máximo de personas permitidas, esto hace que el cubículo no se mueva hasta que salgan todos los que sobran. En el interior Muchas personas, por desconocimiento del manejo del sistema o por hacer una broma, tocan varios botones de pisos diferentes. El ascensor parará en todos los pisos señalados por más de que no vaya nadie adentro. Además, algunos se distraen y dejan pasar su piso. Las puertas Muchas personas ingresan rápidamente a los ascensores para ganarles a las puertas que se están cerrando. Esto provoca, en ocasiones, que el sistema los presione, DIARIO DE CUYO constató este problema. Pocos son los que pasan la mano para evitar que se cierren las puertas. Otros las toman y las abren con fuerza, lo que puede perjudicar el sistema mecánico del ascensor. “Si alguien se percata de algún problema con los ascensores no tienen más que comunicarle el inconveniente a personal de seguridad y de inmediato irá el personal de mantenimiento a solucionar la situación”, dijo Cárcamo.
