El encuentro entre la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, y su nieto recuperado, Ignacio Hurban, se aguardaba anoche con expectativa, pero tras la repercusión de la noticia los protagonistas de la historia buscaban mantener la privacidad y no confirmaban si finalmente se habían conocido.

Después de 36 años de búsqueda, Carlotto fue informada por la aparición de su nieto, al que la familia llama Guido que había nacido en cautiverio en junio de 1978 cuando su hija, Laura Carlotto, fue secuestrada embarazada durante la dictadura.

La noticia, que tuvo repercusión internacional, dejó mal parada a la jueza María Servini de Cubría.

Las Abuelas de Plaza de Mayo suelen ser siempre cuidadosas a la hora de difundir la identidad de los nietos recuperados, porque saben que se trata de un shock fuerte y que cada individuo necesita tiempo para procesar la información. Pero esta vez, con la difusión de la noticia de la aparición de Guido Montoya Carlotto, se conoció el nombre actual del joven y detalles de su vida: Ignacio Hurban, músico, casado, hincha de River, de Olavarría, criado por un peón rural que no tenía relación con la dictadura. Su cuenta de Twitter pasó a tener 18.000 seguidores y su fotografía se difundió por distintos medios, cruzándola incluso con los rostros de su madre Laura y su padre, Oscar Montoya, ambos asesinados por la dictadura.

Ayer, los hijos de Estela Carlotto hicieron saber su malestar por esta situación y responsabilizaron a la jueza. Tanto Claudia Carlotto, titular de la Conadi, como Remo Carlotto, diputado nacional, explicaron su malestar.

‘Yo lo tuve que llamar y decirle por teléfono que él era Guido. Se filtró información precisamente del juzgado‘. ‘Si yo no lo llamaba a este chico y le decía, iba a terminar viéndose en la televisión. Es la primera vez que se da el nombre y apellido de uno de los chicos, las fotos menos, donde vive menos’. La mujer explicó los mecanismos que maneja Conadi: ‘A los chicos (por los nietos) se les informa primero en persona y todo el mundo se calla la boca, se les muestra fotos de sus padres, se les entrega documentación y con la familia hace la etapa de privacidad, y después se da la noticia‘, comentó Carlotto hija. Remo, en tanto, indicó que ‘la familia se había enterado del 99,9 por ciento de compatibilidad en el ADN y a las pocas horas ya ‘estaba en todos los medios‘.