San Juan, 31 de marzo.- “Fito representa a mi papá, es lo único que me queda de él”. De esta manera, Alejandra comienza la charla. Su historia conmueve y, por qué no, sorprende. La joven sanjuanina perdió a su padre en un trágico accidente de tránsito ocurrido en 1994, cuando ella tenía sólo 6 años de edad. “Murió en un choque en La Pampa, era ingeniero agrimensor y en ese momento trabajaba en la construcción de una ruta”, dijo a DIARIO DE CUYO ONLINE.


“Él amaba a Fito. Yo era muy chica y ese es uno de los pocos recuerdos suyos que tengo. Justo ese año acababa de sacar Circo Beat y lo escuchaba todo el tiempo. Siempre me subía a su falda y me mostraba el video en el que Fito sale con serpientes en la cabeza. Yo le decía que me daba miedo y él dulcemente me respondía que era un excelente músico y que no debía tener miedo, sino sólo escuchar su música. Al poco tiempo falleció”, relató Alejandra.


“Durante mucho tiempo me costó escuchar a Fito porque era muy doloroso recordarlo, hasta que crecí y descubrí que me había dejado una herencia musical que debía seguir”, prosiguió la joven en su relato. “He ido a verlo muchísimas veces, pero nunca pude acercarme o conversar con él. Me gustaría que sepa que puede marcar una vida”, sostuvo.


Hace poco, Alejandra decidió plasmar en su piel el amor por Fito y el recuerdo de su padre. Lo hizo con un tatuaje. “Decidí hacérmelo el año pasado, con el fin de homenajear a dos personas muy importantes en mi vida. Los circulitos del cassette son dos G, las iniciales de mi papá (Guillermo Gardiol)".


Después de varios años sin presentarse en la provincia, el artista tocará el 25 de abril en el Teatro Sarmiento. Quizá ese sea el día en que Alejandra pueda cumplir su sueño.