El destino volvió a jugarle una muy mala pasada a Raúl Quiroga. Basta con revelar un dato: el miércoles pasado, el volante zurdo estuvo en Buenos Aires y el médico que lo operó de su segunda rotura de ligamentos cruzados en la rodilla derecha, Jorge Batista, le dio el alta médica. Así, volvió a San Juan y ayer se aprestaba para afrontar después de casi un año su primera práctica de fútbol. Pero no pudo ser. El Huevo tuvo un choque en su rodilla derecha con su compañero, Diego Sosa, en un trabajo reducido de calentamiento y entonces sintió un fuerte dolor en la zona de las operaciones. Luego, le hicieron los estudios correspondientes y se confirmó que el nacido en Pergamino se volvió a romper los ligamentos, por tercera ocasión en poco más de un año. Ahora, Quiroga viajará a Buenos Aires para que Batista analice la situación e incluso le realice estudios más avanzados para saber si existe otro problema para que el injerto no tome de la mejor manera.

Una situación difícil de entender para un futbolista que a sus 23 años debe afrontar otro gran escollo.