Racing e Independiente redondearon ayer un clásico para el olvido, por momentos malísimo y otros horrible a la vista, que terminó como debía en un empate, 1-1, que benefició mucho más al conjunto dirigido por Ramón Díaz. La Academia, que ahora está a seis del puntero Boca, pegó primero, con un gol de Gabriel Hauche, cuando no se había disputado un minuto de partido, pero luego cometió un gran error: retrasarse en el campo. El Rojo tuvo su momento, consiguió el empate, y luego se conformó con llevarse un punto, que le sirve para sanar las heridas que causaron las derrotas ante Vélez Sarsfield y la Liga de Quito por la Copa Sudamericana. Lo más triste se dio en la previa, con un hincha de Racing herido de bala en un cruce con barras de Independiente.

En la primera jugada del encuentro, a los 52 segundos, Racing se encontró sorpresivamente en ventaja. Giovani Moreno ejecutó un lateral desde la izquierda, los defensores de Independiente no supieron rechazar, la pelota le cayó a Gabriel Hauche, quien en su segundo intento, mandó la pelota al fondo de la red. En desventaja y con más entusiasmo que fútbol, Independiente fue en busca de la igualdad, pero constantemente se repitió en avances poco verticales. Pero fue Racing, al retrasarse en el campo y no tener ni a Moreno ni a Teófilo Gutiérrez en una buena tarde, el que le facilitó las cosas. El primer aviso de Independiente fue un violento remate de Cristian Pellerano, que Sebastián Saja contuvo con esfuerzo, en la segunda ocasión llegó el gol. Corrían 27 minutos, cuando Eduardo Tuzzio ejecutó un remate violento y rasante desde afuera del área, Saja dio rebote, el balón le cayó a Facundo Parra, quien sólo frente al arco, empujó la pelota al fondo de la red.

Fue el local el que intentó asumir el protagonismo en el segundo tiempo, pero sus intenciones quedaron simplemente en eso. La visita tampoco hizo mucho. Los dirigidos por Ramón Díaz -se fue expulsado al comienzo del segundo tiempo por ingresar tarde al campo- se tiraron atrás a esperar un contraataque que nunca llegó. A los 18 minutos, con el ingreso de Valentín Viola, Simeone pareció querer darle un mayor impulso a su equipo, y el juvenil pareció darle la razón a su técnico, cuando le puso un buen pase a Gutiérrez, quien sólo remató sin poder superar a Assmann.

Segundos más tarde, intentó Hauche desde afuera del área, pero el arquero volvió a disipar el peligro. La más clara llegó en el minuto 45, cuando tras un pelotazo largo de Licht, y una falla de Gabriel Milito, Gutiérrez quedó sólo frente a Assman, pero le pegó mal a la pelota.