Malvinas dejó una herida abierta en el país, y San Juan no quedó afuera de ese dolor. Es que la provincia envió a 455 jóvenes a que lucharan. De ellos, 24 murieron durante la guerra. La mayoría, 22 sanjuaninos, fue víctima del hundimiento del Ara General Belgrano. Actualmente se calcula que unos 200 viven acá y cerca de 120 forman parte de las 3 agrupaciones que los nuclea: el Centro de Excombatientes del Atlántico Sur (CEAS), Agrupación 2 de Abril y Familiares y Amigos de los Caídos en Malvinas (Facama).
El 2 de abril de 1982, los sanjuaninos comenzaron a poner sus pies en las islas. Algunos viajaron el ARA Trinidad, en el buque Aviso Sobral, en el submarino Hércules, en el destructor Piedra Blanca, en el Portaaviones 25 de Mayo como tripulante y hasta telefonista. Hubo sanjuaninos que hicieron de radaristas de la Marina, fueron efectivos de la Armada y hasta un sanjuanino fue el primero en izar la bandera celeste y blanca en las Islas Malvinas. Esa hazaña histórica fue vivida por Guillermo Rodríguez, el 2 de abril de 1982 a 6,45 de la mañana, después de que el Ejército tomara el cuartel de los Royal Marines.
Si bien la mayoría de los sanjuaninos que fueron llevados para el combate no pertenecían al Ejército, hubo algunos que eran de la Guarnición Militar San Juan. Este grupo fue prisionero durante el final de la guerra. En una entrevista hecha en 2002 Mario Llamas, uno de ellos, dijo: ‘La cocina muchas veces no podía avanzar por los ataques. Entonces no teníamos qué comer. En ese lugar habían bastantes ovejas, pero nos habían dado la orden de no matar ganado. Pero al final, muchas órdenes fueron incumplidas‘. Pero esto no fue lo único duro que dejó la guerra. En San Juan 24 familias quedaron destrozadas. Agustín Montaño, fue el primer muerto de la provincia. El joven piloto murió tras un ataque inglés cuando buscaban combustible. Otro de los fallecidos más recordados de San Juan es el Teniente Silva, que perdió su vida en pleno combate. Los demás murieron a las 16 del 1 de mayo de 1982 cuando en menos de 1 hora el Belgrano quedó 3.000 metros bajo agua. El resto regresó con un dolor que aún no pueden soportar.