(de camisa celeste, con el teclado)
A Raúl García, le detectaron a los 20 días de haber nacido, que era ciego. Con esas condiciones creció este joven de 45 años que tiene un sentido increíble de la ubicación.
Cuenta que la música y la ceguera siempre fueron de la mano en su vida. Tan es así que desde pequeño se encaminó en esta actividad. Con 4 años fue a Los Puneños y aunque después abandonó, las canciones nunca dejaron de seducirlo.
"Si es música me gusta todo: lo latino, lo clásico y también ahora he descubierto la música tropical”, dice quien sabe tocar guitarra y teclado, objeto que lo tiene cautivado porque concentra una infinidad de opciones. Para Raúl, el teclado es "como tener muchos instrumentos en uno”.
Aunque enseña Braile en la biblioteca, su gran dedicación es sacar de oído melodías para algún día poder cumplir su sueño de "vivir de la música”. Ya está dando los primeros pasos firmes: además del grupo del Espacio Integrador Braille, se lo puede escuchar en tés, casamientos y ceremonias religiosas.