Primero la tiró un viento Zonda, luego le ganó el olvido. En ambos casos fue un grupo de mujeres sanjuaninas del Ateneo Cultural Femenino Paula Albarracín de Sarmiento, el encargado de su rescate. Se trata de la pirámide construida por Ignacio de la Roza en 1817, que luego se cayó. Tras haber pasado 26 años de su reconstrucción, colocarán en ella el nombre de las encargadas de haberla rescatado del olvido. Fueron María Elena Chena de Maurín, Margarita Mugnos de Escudero y Alicia Sánchez de Campodónico quienes trabajaron para que volviera a ver la luz. El acto de reconocimiento se realizará hoy a las 11, en el Centro Cívico donde está el monumento. Será para celebrar los 65 años del Ateneo.

“El rastrillaje de la información comenzó en 1978. Estas mujeres presentaron el proyecto ante el resto de las socias, quienes lo aprobaron. Fue un trabajo de hormiga reconstruir la historia”, dijo María del Carmen Maurín, hija de María Elena, que falleció el año pasado. Estas mujeres quisieron revivir la pirámide que mandó a construir Ignacio de la Roza en 1817. Era una réplica de la que está en la Plaza de Mayo en Buenos Aires, que se construyó para conmemorar la Independencia Argentina. La levantaron prisioneros españoles traídos por Clemente Sarmiento, luego del triunfo de Chacabuco. El monumento fue descripto por Domingo Faustino Sarmiento en su libro Recuerdos de Provincia. Según sus relatos, la pirámide estaba en un parque rodeado de alamedas, rosas encanadas, lirios blancos, con senderos radicales, circulares, y pilastras de basamento de estatuas en los cuatro ángulos. Escribió que a ese lugar, llamado el Paseo de la Pirámide, iba doña Paula con sus hijos a refrescarse en las noches de verano porque quedaba cerca de la plaza principal.

“Con los estudios encarados por mi madre se pudo determinar que la obra de 1817 era de adobe y que fue azotada por los constantes vientos Zonda y por las inundaciones. Las correntadas bajaban por la calle San Agustín, hoy Mitre. La pirámide estaba casi donde hoy se encuentra, sobre el sector del Centro Cívico que da a España, y por ahí bajaba el agua”; agregó María del Carmen. Todas estas historias quedaron plasmadas en el libro que escribió su madre: “Sarmientinos”, y que se encuentra en el Museo Casa Natal de Sarmiento.

Años posteriores al gobierno De la Roza, los jardines fueron descuidados y la pirámide terminó de derrumbarse con un viento Zonda un 28 de junio de 1850.

Sin embargo, la reminiscencia de la pirámide se mantuvo latente en el seno del Ateneo que se creó hace 65 años para mantener viva la figura de todos los Sarmiento. “Se sabía de ella por el mismo Sarmiento. Eso siempre quedó pendiente en el corazón de mi madre. Hasta que vio su sueño cumplido cuando se cumplió 100 años de la muerte del prócer”, dijo María del Carmen. En los festejos del centenario, durante el gobierno de Enrique Gómez Centurión, se volvió a inaugurar la pirámide y un paseo. María Elena Maurín dio el discurso principal. El acto fue multitudinario, según consta en Diario de Cuyo de esa época. Pero la pirámide no tardó en ser saqueada. Las placas desaparecieron y el monumento cayó en el olvido, hasta 2009 cuando, durante la segunda Fiesta de la Educación, organizada por la Municipalidad de la Capital, volvió se volvió a remozar la estructura.