Las elecciones, con una participación récord en Cataluña al rozar el 70%, frente al 58,78 % de los anteriores comicios, convirtieron a los republicanos independentistas de ERC en la segunda fuerza regional, con 21 escaños, seguidos del Partido Socialista (20 escaños), que tradicionalmente ha sido la segunda fuerza más votada allí.