Por el Ing. Agr. Alejandro Acosta
Ir a buscar a Jorge Lona, a Godoy Cruz (Mendoza) y traerlo para la inauguración de las obras del Prosap (hoy UCAR) fue sacrificado, pero valió la pena. Salimos con Adrián Alonso a las 6 de la mañana, llegamos a su departamento y al toque, volver, para llegar al acto, previsto para las 11. Su humildad y sabiduría, siempre sorprendieron y en los tiempos de hoy, mucho más. Con palabras justas para cada consulta nuestra, y algunos improperios cuando la ocasión lo merece (a pesar de su investidura) él es muy claro y directo en todo.
Padre, ¿Cómo decidió ser sacerdote? Fue una tímida pregunta nuestra. A lo que respondió con una breve historia, con fechas y horarios exactos, lo que demuestra una mente brillante. Yo nací en Buenos Aires, mi familia tenía parientes en Salta, hice la secundaria en el Colegio Nacional y era costumbre decir que "mujeres y niños a la Iglesia", y tanto mi padre, un hombre íntegro, honesto como pocos y muy serio, como mis compañeros del cole, respetaban esa regla. Tal es así que yo era ateo, es más creo que a los 18 años recién pisé una iglesia. Luego estudié y como a los 28 años empecé con una gran curiosidad. Siempre fui muy lector por ello acumulé libros de diversas culturas y creencias. A los 39 años, y siendo director del INTA de San Juan, un día me levanté y algo me había invadido y creo que era el llamado; sentí un miedo muy grande, pero era mi vocación. Consulté al Padre Pablo Ares, de San Francisco y el me orientó. Dejé todo y me fui. En el seminario me decían "el Nono", mis compañeros de veinte años menos!!!
Siempre de buen humor. Otra de sus características. Técnicamente, mi pregunta fue: ¿Cómo fue la creación de la cebolla Valcatorce INTA, la más famosa de Argentina y reconocida en el mundo? El, que se acordaba de todo, explicó que su jefe de mejoramiento genético, el croata Ioya Crnko, radicado y director del INTA La Consulta, de Mendoza, armó un gran equipo de técnico y le enseñó el camino a seguir. Lona profesa por Crnko una devoción suprema, porque dijo que además de su mentor, fue un amigo inigualable. Bueno, pero en resumen, seleccionó 14 líneas de cebollas que de un año para otro no se brotaban y tenían muy buenas propiedades de conservación.
Finalmente, quedan destacar sus palabras iniciales en su llegada al INSEMI y al ver tanta gente que lo esperaba al bajarse del auto para saludarlo: Uhhh, creo que no me lo merezco!
Eso lo pinta tal cuál es. Sembró donde le tocó estar. Errante, estuvo en Mendoza, San Juan, Santa Fe, San Luis y tantos sitios más. En todos los lugares, dejó su enorme enseñanza.
Un prócer. Sembrador…en sus inicios de semillas, hoy siembra espiritualidad.
Simplemente gracias!