Ayer, abundaron rostros desencajados entre los pasajeros que, al llegar a San Juan, escucharon por los parlantes del colectivo al auxiliar de abordo informar que iban a estacionar a dos cuadras de la Terminal. También fue usual ver a quienes tenían que viajar, caminar por la Plaza Di Stéfano con los bolsos a buscar el colectivo. No faltaron los que, con la mirada desorientada, esperaron en la Terminal, con el boleto en la mano, sin saber hacia donde dirigirse. Todo este caos se produjo por los remiseros que cortaron el ingreso y egreso de colectivos de la Terminal de San Juan, en la mañana de ayer durante más de cinco horas. La protesta comenzó a las 10 y terminó a las 15,30. Durante este período, los micros de larga distancia y de media distancia, no pudieron ingresar al predio. Por lo que la gente los tuvo que abordar frente a una plaza cercana.

El caos se produjo porque unos 200 remiseros se manifestaron y cortaron el ingreso de los colectivos por calle Estados Unidos. Agrupados en la Unión de Propietarios de Autos de Alquiler (Upada), los remiseros protestaron pidiendo la regularización en el sistema laboral al entender que existen unos 1000 remises ilegales.

Por todo esto, los pasajeros mostraron fastidio y desorientación porque no sabían dónde tenían que esperar los colectivos. Fue el caso de Ramón Rosas, un jachallero que llegó de Buenos Aires y su destino era su tierra natal. “No se dónde debo tomar el colectivo. Estoy sentado esperando si llega, quiero llegar a mi casa. Hace 14 horas que vengo viajando”, dijo Rosas. Por su lado, Ramón Oliva, con el bolso en la Plaza Di Stéfano y listo para partir hacia La Rioja, sostuvo: “esto no puede ser, pero si uno va a viajar, tiene que tomar el colectivo donde sea”. Desde la oficina de Tránsito y Transporte ubicada en la terminal, explicaron que alrededor de 21 micros se vieron afectados por el corte.

“Una chica perdió el colectivo. Ahora la vamos a embarcar en el próximo coche que salga a Mendoza”, explicó Diego Mases, de la empresa Flecha Bus. Es que, en las boleterías, encargados de cada empresa tuvieron que acompañar a los pasajeros hasta el colectivo y hacerse cargo de cualquier imprevisto en ese trayecto de 2 cuadras.

Por ejemplo, una pasajera que esperaba un colectivo frente a la plaza, sufrió un acto de inseguridad, dijo Marcelo Gordillo, un vecino de la zona, al contar que 2 motochorros le arrebataron el bolso y la golpearon.

Debido al inconveniente, los colectivos tuvieron tolerancia respecto al horario de partida y las salidas de las unidades se estiraron entre 15 y 20 minutos más para que los pasajeros pudiesen llegar a abordar el micro sin problemas.

En cuanto a la protesta, los remiseros pidieron que no entreguen más licencias y exigieron control estricto sobre remíses truchos que están circulando.