La victoria en el primer partido provocó la lógica alegría y tranquilidad en el mundo de San Martín.
El técnico Pablo Lavallén indicó que vivió su debut “con bastante naturalidad a pesar de ser mi primer partido dirigiendo en primera división. Estuve atento en lo que podía ayudar, porque la incidencia de un técnico es del 80 por ciento en la semana, pero soy de los que piensan que en la cancha son los jugadores los que tienen ese porcentaje de incidencia”.
Conforme con la producción del equipo, Lavallén agregó que “sabía que iba a ver desajustes porque recién era el primer partido, pero todo salió muy bien”.
A la salida del vestuario, el lateral Pablo Aguilar señaló que una de las claves del resultado fue que “convertimos en momentos precisos para golpear anímicamente al rival. Supimos contrarrestar el planteo táctico de Newell’s jugando por afuera y que mejor que hacerse fuerte de local en el principio. Fue un triunfo basado en un buen argumento”.
En tanto, Marcos Gelabert indicó que “se dio lo que queríamos. Hicimos los que veníamos entrenando. El equipo no tuvo los resultados en la pretemporada pero iba creciendo en cada amistoso y hoy (por ayer) tuvo volumen de juego y agresividad, llegando por las bandas”.
El sanjuanino del equipo, Lucas Salas, también mostró su alegría y señaló que “después de más de un año sin jugar, me siento muy bien. Supimos manejar el partido”.
Joaquin Molina reconoció que “el debut fue soñado, a pesar de que me faltó mi gol. Siempre estuvimos bien, con las dos líneas bien paradas”.