‘Evangeline‘ se leía a uno de los costados del Torino TCX, modelo ‘78, que estaba al final de la larga fila de autos en la pista del Autódromo El Zonda-Eduardo Copello. ‘¿Querés venir?‘, preguntó Resolana Pérez, la única mujer al volante en medio de ese mundo fierrero. En cuestión de minutos, la entrevista cambió su escenario y se trasladó del arco de largada al interior de una de las joyas del 1er Encuentro Nacional de Torinos, que se realizó ayer. Con más de 30 autos de Córdoba, San Luis, Mendoza y San Juan, la reunión nació de la iniciativa de Pérez que es una de las fundadoras y la actual presidente del Club Torino San Juan.
Es un sueño cumplido haber podido reunir tantos autos. ‘El Torino es el emblema nacional y te lo dice una fierrera de alma‘, dice Resolana, la joven de 31 años que prefiere usar ese apodo y no su nombre real, que deja en reserva. A su alrededor, ve el resultado de una idea que surgió hace 5 meses junto con el club. ‘Al principio éramos dos. Con Mario Barros empezamos a darle vueltas al asunto y ver cómo podíamos hacer contactos. Ya en la segunda reunión, nos juntamos seis y así se fueron sumando Toros. Ahora somos una gran familia‘, afirmó en referencia a los autos, consagrados como objetos de culto para sus dueños.
El amor por su Torino nació, según confiesa, de manera inexplicable. ‘Hace dos años, cuando se rompió el auto que usaba tuve que recurrir a él. Me subí a él cada día y sin querer, me di cuenta de que estaba enamorada‘, comentó sin dejar de disfrutar ni por un minuto la pista del autódromo. A partir de allí, como todo amante de los fierros, empezó a conocer la máquina. ‘Sé de mecánica gracias a que empecé a curiosear. Sacando y colocando piezas, así fue y ahora yo soy la que lo arregla‘, comentó.
Entre curva y curva, contó que sólo le cambió las llantas por unas originales y la tapa de válvulas, ambas originales y restauradas. ‘Este modelo tiene varios avances como el motor 7 bancadas, dirección hidráulica y aire acondicionado‘, aseguró.
Cuando pasaron a su lado dos de los autos participantes, recordó que fue todo un desafío para ella que la reconocieran dentro de un ambiente en el que los hombres son mayoría. ‘Fue difícil, porque a los muchachos les daba recelo que estuviera en las reuniones. Pero, con el tiempo, se fueron dando cuenta de que lo mío iba en serio. Yo estaba allí para hablar de autos‘. Ahora, Resolana es una más y habla con sus compañeros sobre cómo restaurar piezas y conseguir repuestos.
‘Estoy contenta porque además de haber conocido gente copada, con los chicos ayudaremos a colocar juegos para niños en la plaza de Mogna. Los compraremos con lo que recaudemos de las entradas a la exposición de autos, esta tarde -por ayer-‘, comentó. La dama del Torino sonreía; era su momento de pisar el acelerador e ir por más.

