En la madrugada del 25 de mayo de 2008, el remisero Mauricio Vega (32 años) era asesinado de un tiro en el cuello en el barrio Colón, Santa Lucía. Fue la gota que rebalsó el vaso de la inseguridad que denunciaban sufrir los choferes de autos de alquiler a manos de delincuentes. El mismo día del crimen salieron a reclamar públicamente (justo en el acto local por un aniversario más del primer gobierno patrio), y desde entonces comenzaron a recibir promesas para resolver el problema de la inseguridad. La más importante apunta a instalar en los remises un sistema satelital que, luego de ser accionado por el chofer, le permita a la policía escuchar lo que ocurre en el auto y localizarlo rápidamente mediante un sistema de posicionamiento global (GPS). Hace unos días, desde el gobierno salieron a decir que ya se licitó y se prondrá en marcha la provisión de este servicio que, en una primera etapa, se probará en unos 200 vehículos.