Cruzaron calles, esquivaron autos, ingresaron a edificios y hasta recorrieron de punta a punta el Centro Cívico. Una buena parte de los competidores estaba acostumbrada a trepar los cerros y pedalear en la tierra. Pero esta vez el desafío fue vencer los escollos de la ciudad. Un reto que convocó a unas 600 personas, una cifra desorbitante si se la compara con la del año pasado en la que participaron 120. Esto sucedió ayer por la mañana en Capital, cuando se llevó a cabo la segunda edición de la Aventura Urbana, una carrera organizada por la Municipalidad.
Este año el circuito fue similar al del 2008. Sin embargo, superar los obstáculos que colocaron en el Parque de Mayo fue lo que más les costó a los competidores mayores. Mientras que arrastrarse panza abajo por el césped fue lo que más disfrutaron los más chicos. La carrera arrancó en el municipio de la Capital. La consigna fue pasar por algunos puntos icónicos de la ciudad, es por eso que los corredores rodearon el Auditorio Juan Victoria, pasaron por Casa de Gobierno, llegaron hasta la Legislatura, ingresaron en el Centro Cívico y subieron hasta el quinto piso, fueron a la ex Estación San Martín, pasaron por la Casa Natal de Sarmiento y llegaron al punto de partida: el edificio municipal.
No sólo se trató de una competencia deportiva. La categoría Padres-Hijos dejó por sentado esta hipótesis. En un escenario plagado de corredores profesionales y no tanto, sobresalieron los que trotaron con mochilas con bebés en la espalda y varios niños de la mano. Además de promover la actividad al aire libre, lo que buscan con esta carrera es un encuentro donde participe toda la familia.