Los revestimientos para el baño y otras paredes de la casa no sólo sirven para proteger áreas determinadas sino que también reflejan la personalidad de sus habitantes. En la actualidad el hedonismo volvió al primer plano y el diseño conjuga belleza, alta tecnología y practicidad. Lo bueno es que ahora las claves para elegir son el eclecticismo y mucha libertad.

Texturas rugosas o lisas, materiales novedosos, combinaciones exclusivas. Las opciones son múltiples cuando se trata de cubrir el piso y la pared del baño. A continuación, algunas propuestas.

* Con belleza mineral: las placas de piedra natural están a la orden del día. Son ideales si se quiere generar una atmósfera de pureza y rusticidad. También se logran interesantes efectos combinándolas con detalles de alta tecnología. Además de los mármoles, se usan piedras extraídas en canteras de Olavarría y la Patagonia. El producto más novedoso es el mármol compac, compuesto por piezas de mármol ornamental, polvo de carbonato cálcico y resina de poliéster. Permite obtener colores que no se encuentran en los yacimientos naturales como, por ejemplo, el azul.

* Un registro colorido: los modelos de vidrio están ganando terreno. Sus diseños privilegian la frescura y el color, de manera que son las primeras en destinarse a los baños juveniles. Se comercializan en cortes pequeños, especiales para formar llamativas guardas. Otra tendencia son las venecitas. En general, se utilizan como detalle, aunque también suelen observarse recubriendo paredes. Los pequeños cuadrados se realizan con vidrio, minerales y óxidos. Vienen en planchas y existen combinaciones de más de 40 tonalidades.

* Una propuesta innovadora: guardas en resina que, en algunos casos, incluyen pequeños trozos de metal u hojas naturales. También se encuentran modelos que combinan madera y acero.

* Los clásicos de siempre: cerámicos y porcellanatos. Fabricados con distintos tipos de arcilla, se presentan esmaltados, rústicos y algunas versiones imitan la textura de las piedras.

* Los calcáreos. Estas baldosas de cemento y ferrite (material que les da color) abundaban a principios de siglo. Hoy, con el auge de las viviendas recicladas, ocupan el centro de las miradas. Se comercializan en piezas de 20 cm x 20 cm, de 2 cm de espesor. Aunque lo más frecuente es destinarlas a los pisos, también suelen cubrir paredes con piezas de 1 cm de espesor.

Recomendaciones

Uno de los temas fundamentales es saber cómo y de qué manera usar los revestimientos. Aquí algunas sugerencias.

* Usar un mismo tipo de revestimiento (cerámicos, porcellanatos o piedras) desde el piso hasta un metro de altura de la pared. Luego, una guarda y piezas de diferente color o textura colocadas hasta el techo.

* Si la idea es emplear calcáreos, se puede cubrir el piso con piezas lisas de un color y, en el centro, componer un mosaico con unidades de diferentes diseños. Otra opción interesante para no revestir todo el ambiente con baldosas: aplicar cerámicos en el piso y sector de la pared que rodea la ducha. En el resto, pintura al tono.

* En la actualidad todo tiende a eludir la uniformidad. Los baños se convierten en escenarios en los que distintos registros de textura y color armonizan entre sí. Lo mismo rige respecto de los cortes de las piezas: es posible armar composiciones con unidades de tamaños diferentes. Esto da como resultado un espacio dinámico visualmente, que hasta se puede permitir hacerse eco del estilo decorativo que predomina en el resto de la vivienda.