Los vidrios saltaron disparados hacia el cielo por la presión de la gigante pala metálica con picos de la excavadora que, en ese momento, hacía de aplanadora. Luego comenzó a brotar un pequeño río rojizo formado por un cóctel de gran variedad de bebidas alcohólicas. Fue el momento cumbre de un procedimiento legal realizado por primera vez y que cumplió la Comisaría 15ta de Ullum. Tenía como objetivo el volcado, en el vertedero de basura de Rivadavia, de todo el alcohol secuestrado durante el Operativo Primavera realizado por la Policía durante el 21 de septiembre pasado y en la víspera.
La operación comenzó unos minutos antes de las 10 de la mañana de ayer. La cita fue en la entrada del vertedero e incluyó la presencia de autoridades de Medio Ambiente, policías y hasta de un escribano público. Un camino de ripio de poco más de 1 kilómetro hacia el interior de ese megabasurero llevó derecho a la zanja de unos 5 metros de profundidad, que iba a ser el destino final de las botellas llenas del líquido con alcohol.
Y la caja de la camioneta de la Comisaría 15ta era la encargada de transportar hasta ese hueco la montaña formada por un total de 740 litros de bebidas alcohólicas. Ese fue el saldo que quedó luego de que los oficiales devolvieran a sus dueños unos 180 litros. "Durante el secuestro, anotamos los datos personales de los jóvenes y los invitamos a que fueran luego a retirar sus bebidas por nuestra dependencia", explicó el comisario José Alberto Godoy.
Luego de estacionar la camioneta apuntando hacia la gran fosa, cinco policías bajaron de ella y empezaron a amontonar en el suelo los envases llenos. Después de labrar el acta oficial, y mientras el público reunido miraba expectante, empezó el trabajo de la excavadora.
La pila formada por aperitivos, licores, cervezas, vinos en damajuanas y cajas, botellas de espumantes, fernet y vodka, se transformó en un pequeño montículo de vidrio y plástico molido sumergido en el mismo líquido que contenían. Al trabajo lo terminó la misma máquina, que empujó todo lo que había aplastado hacia el interior de la fosa para hacer su enterramiento sanitario final.