Escribir una pequeña carta, pidiéndole un deseo al arcángel de quien necesite ayuda. Detrás de esa carta dar gracias al arcángel considerando que el deseo ya fue concedido y el ser de luz ya viene con la respuesta positiva. Colocar la carta doblada en tres partes debajo de una vela, que deberá tener tres centímetros de diámetro, como mínimo. En un altar deberá estar la imagen o estampita que represente al arcángel. Allí encender la vela elegida y orar cinco minutos o más. Hacerlo con mucha fe. Luego apagar la vela con una cucharita de té (no se debe soplar). Realizar este ritual siete días seguidos. El último día dejar encendida la vela hasta que se termine. Quemar la cartita y arrojar las cenizas al jardín (la tierra), excepto en el caso de sanación que se arrojarán al agua que corre en una acequia o canal para que se lleve las enfermedades. El resto de vela debe ir a la basura junto con los residuos diarios. Repetir el ritual, si fuera necesario, después de transcurridos siete días.