�El máximo ídolo en la historia de Boca, Román Riquelme (foto), regresó a la Bombonera, ahora en su rol de fanático. Es que el ex-enganche no estaba en el estadio xeneize desde su último partido ante Lanús, en mayo del 2014. Se ubicó en un palco junto a su hija, Florencia, y Agustín, tan fanático como el de la ‘azul y oro’.