Con la partida de nacimiento en la mano, Ronald Antonio Vargas relata que hace 10 años una tía le contó que fue adoptado aunque en su interior, las sospechas de que no era hijo biológico de Rosa Martín y Ronald Vargas habían aumentado en el último tiempo de vida de sus papás.

Según lo que pudo contar a DIARIO DE CUYO, su mamá murió en 1998 y su papá, tres años después. Pero no fue hasta el 2009 que su tía rompió el silencio y supo la verdad. “Ella me dijo que había nacido el 17 de noviembre de 1966 pero en la partida de nacimiento aparece el día 23”, expresó.

No tiene datos precisos de quiénes podrían ser sus padres, pero asegura por los relatos que pudo recolectar entre sus familiares que “un hombre que tenía ópticas en aquella épocas me ofreció”.

“Mi papá trabajaba en un banco y tuvo una conversación con un empresario. Pienso que puede haber sido una adopción ilegal porque en mi partida de nacimiento no están los nombres de mis padres de sangre”, aclaró.


 

Ronald piensa una y mil veces cuál habrá sido el escenario de su madre por lo que tuvo que entregarlo. “He llegado a suponer que le dijeron que nací muerto porque mi tía me dijo que ella tenía 17 años”, sostuvo.

Hace mucho tiempo busco saber quién soy”, dijo un tanto nervioso el hombre que con 52 años tiene un carro de golosinas y trabaja incansablemente en las puertas de la Escuela Antonio Torres.

Agradece todo lo que le dio su familia adoptiva y aún tiene relación con su hermana menor, quien sí es hija biológica del matrimonio que recibió a Ronald, pero siente que necesita saber el prólogo de su vida.

Asegura que su corazón le dice que su madre “puede estar viva” y le gustaría conocerla. “Hasta me anoté en la página ‘¿Dónde estás?’, que es un grupo en el que se cuentan las historias de personas que son adoptadas”, remarcó.

Ronald tiene 5 hijos, 3 nietos y “uno en camino” pero se ilusiona con la idea de poder concretar un encuentro que aún permanece sólo en su mente.