La murga avanzaba por las calles del vecindario y con su sonidos de bombos y redoblantes invitaba a salir a los vecinos a las puertas de sus casas, algunos interrumpiendo la siesta o las rutinas diarias, como esa mujer que se asomó en bata y toalla anudada en la cabeza. Los danzantes de la Virgen cumplieron un papel clave para llenar de alegría y color la celebración patronal de María Rosa Mística, que ayer se cerró en la Villa Cenobia Bustos, Rawson. Es que no sólo fueron más de 40 integrantes, sino que bailaron y tocaron música incansablemente durante los 53 minutos que duró la procesión.
Por quinto año consecutivo se celebró allí la patronal de María Rosa Mística, cuya imagen ocupa un lugar privilegiado junto a Jesús de la Buena Esperanza, el patrono original de la capilla. Pero el empuje y la devoción de un grupo de oración hizo que a Rosa Mística también le hicieron un festejo, por lo que el vecindario celebra doble: en julio por la Virgen y en septiembre por Jesús. Por ese crecimiento es que al cierre de la fiesta patronal de Rosa Mística se sumaron ayer los danzantes, que pertenecen a la parroquia Virgen del Rosario de Andacollo. Fueron dos grupos lo que bailaron, el de María de Guadalupe y el de los Servidores de María, con integrantes de distintas edades, entre los que por ejemplo hubo madres con sus hijos.
La imagen de María Rosa Mística, en tanto, fue transportada por cuatro ex combatientes, una acción que ayer hicieron por por segunda vez consecutiva. La pequeña comunidad rawsina salió en procesión desde el templo y avanzó por San Roque, giró en Gobernador Castro, fue por Alvear y volvió por Orzali. Fueron menos de 10 cuadras, pero a paso de baile se completaron en casi una hora. Fueron pocos los vecinos que se fueron acoplando a la procesión, ya la mayoría acompañó desde sus casas.
Tras la marcha, los fieles llevaron de nuevo la imagen de Rosa Mística a su morada y el sacerdote Carlos Castillo celebró la misa. Y aunque la patronal es de acotada convocatoria con respecto a otras celebraciones, no le faltó nada. Si hasta hubo una exposición de trabajos artesanales y un mesón con cositas dulces, que los fieles recorrieron tras la misa, ya con los corazones contentos.

