En medio del polvillo que levantaban sus compañeros mientras lijaban las paredes quemadas, Roberto Cepeda no salía de su asombro. Después de vivir 24 horas en el infierno, el policía que perdió su casa por un incendio recibió una buena noticia: el Ministerio de Desarrollo Humano se hará cargo de la operación de su hijo Maximiliano. Es que el fuego no sólo destruyó su departamento, sino que también quemó los 5.800 pesos que había pedido prestados para intervenir quirúrgicamente a chico de 13 años.

Además, que sucedió el siniestro, los compañeros de tarea de Roberto se encuentran apostados en el lugar. Así, unos 15 policías se convirtieron del día a la noche en carpinteros, electricistas y albañiles. Todo para ayudar al hombre y su familia. Ellos son los que están tratando de acondicionar el lugar para que los Cepeda puedan volver a instalarse. Hasta ayer, estaban parando en el departamento de unos vecinos. "No sólo somos un equipo de trabajo. En las malas también somos un equipo humano. No sé qué haría sin su ayuda", dijo el policía, refiriéndose a sus pares.

Ayer, entre los escombros y las cenizas, a los Cepeda se les dibujó una sonrisa, al menos por algunos minutos. Fue cuando se enteraron de que el Gobierno iba a hacerse cargo de la operación de Maximiliano. "Está rengo de una pierna. Para que pueda recuperarse hay que operarlo urgente. Teníamos turno para el viernes pero se quemaron hasta los estudios prequirúrgicos", dijo Roberto.

Desde Desarrollo Humano también enviaron una asistente social para estar al tanto sobre lo que perdió la familia. Daniel Molina, al frente de la repartición, dijo que asistirán a los Cepeda con lo que les haga falta. Además de perder la mayoría de los muebles, se les quemó toda la ropa, 2.500 pesos del sueldo del policía y 5.800 pesos del préstamo que pidieron para operar a Maximiliano.

La tragedia se desató el martes a medianoche. Según contó la familia, el incendio comenzó después de que explotara una lámpara de bajo consumo en el dormitorio de la hija. Las llamas alcanzaron rápidamente el placard y los muebles. En pocos minutos se extendió al resto del departamento ubicado en el barrio CGT, en Chimbas. Los Cepeda pudieron salir del lugar sin sufrir quemaduras. Desde un primer momento, los vecinos del barrio y los compañeros de trabajo de Roberto estuvieron en el lugar. Primero, tratando de apagar el fuego y después, limpiando los escombros y tratando de acondicionar lo que queda del departamento para que la familia pueda volver.