Los conflictos laborales de los últimos tiempos y el temor a los despidos hicieron que este año los fieles que participaron de la procesión en honor a San Cayetano le pidieran al Santo que los ayude a conservar el trabajo. Años anteriores, los feligreses participaron de la misma para agradecerle haber encontrado un empleo. El evento fue ayer en el barrio Parque Industrial, Chimbas, con la participación de unas 4.000 personas, 1.000 más que en el 2013.

Como todos los años, hubo un promesante que repartió 3 mil estampitas y pancitos bendecidos.

Hugo Martín trabaja en una empresa privada donde dijo que habían despedido a 3 personas. Por temor de ser el siguiente, decidió hacer una promesa y caminar por primera vez junto al Santo.

’Ruego que me bendiga y pueda seguir trabajando para poder mantener a mis 4 hijos’, dijo.

La procesión se puso en marcha y los fieles comenzaron a rezar para que no se agoten las fuentes de trabajo. Lorena Videla rezó apretando la imagen de San Cayetano que llevaba con ella. Lo hizo para pedirle que ni su marido ni sus dos hijos perdieran el trabajo. Dijo que en el barrio Huazihul, de Rivadavia, donde vive, 3 vecinos quedaron desempleados. ’Siempre vine a la procesión para agradecerle por el trabajo, pero ahora le voy a pedir que bendiga a todos los que tienen uno para que no lo pierdan’, dijo la mujer.

A diferencia de otros años, esta vez San Cayetano no presidió sólo la procesión. Lo acompañaron 15 imágenes de santos y diferentes advocaciones de la Virgen. Las trajeron comunidades religiosas de distintos barrios de Chimbas y de otros departamentos que quisieron participar de esta festividad y con el mismo fin: pedirle a Dios, a través de cada una de estas imágenes, que bendiga a todos los que tienen empleo.

Luego de media hora de caminata, los fieles regresaron al templo para participar de la misa que celebró monseñor Alfonso Delgado. Antes de que el obispo comenzara con la celebración, varias personas se acercaron a él para pedirle una bendición para conservar el trabajo. Recibió a todos, especialmente a los padres que participaron con sus bebés en la procesión.