El Colegio Parroquial San José hoy cumple 50 años. Y para el festejo, entre otras tareas, se ha reconstruido su historia. El trabajo demuestra cómo esta institución educativa nació y creció gracias al aporte de los vecinos de Concepción. De un único jardín con 23 pequeños pasó a transformarse en un colegio de nivel primario y secundario con una matrícula actual de más de 1.000 alumnos.
El 1 de junio de 1959 se fundó el Colegio San José, por iniciativa del padre Antonio López Soler, a cargo de la parroquia homónima en ese entonces. Comenzó con una sola aula de jardín de infantes con 23 alumnos, hijos de los vecinos de Concepción. Y tomaban clases en una pequeña habitación de adobe y techo de chapa a la que bautizaron Salita La Esperanza. Un año después se creó una salita más. Así nació el Colegio Parroquial San José. Todo gracias a la demanda y esfuerzo de la propia gente que dio apoyo incondicional al padre López Soler.
"Ni bien el padre López dio a conocer su proyecto de brindar un servicio educativo a la comunidad, contó con el apoyo incondicional del pueblo de Concepción -contó el investigador y encargado de reconstruir el pasado del colegio, Iván González Gómez-. Vecinos, comerciantes y empresarios del lugar hicieron su aporte monetario y de mano de obra para comenzar a levantar las primeras aulas. Locros, peñas y rifas sirvieron para tal fin".
Otro sector colaborador fue el docente. Los maestros, en los primeros años del colegio, trabajaron ad honorem. Y sacaron plata de su propio bolsillo para concretar distintas obras de importancia para la educación.
Rosa Babsías fue una de las dos maestras fundadoras del colegio, y encargada de educar a los pequeños del jardín de infantes. A los pocos meses de inaugurarse el nivel primario, logró fundar la biblioteca escolar. Para ello, visitó a cada vecino de Concepción pidiendo libros en calidad de donación. Y, sin cobrar aún un sueldo por educar al soberano, sacó dinero de su propio bolsillo para pagarle a la bibliotecaria.
Otro aporte para destacar fue el que hizo la profesora Eulalia Moreno, quien no dudó en llevar al colegio su propio piano para darles clases de música a los chicos.
De los 23 primeros alumnos, el colegio pasó a tener una matrícula de 500 en un lapso de cinco años. Y la demanda obligó no sólo a la ampliación del edificio. Por pedido de la comunidad, que anhelaba que los chicos también hicieran el secundario en esta institución, en 1970 nació el Colegio Industrial San José, de nivel medio y perfil técnico. A partir de entonces, los alumnos pasaron a ser uno de los principales colaboradores. "Este nivel nació con las modalidades de Construcciones, Bienes y Servicios, y de Economía y Gestión de las Organizaciones -explicó González-. Y los chicos que optaron por la primera, que les otorgaba el título de Técnico Constructor, tuvieron prácticas reales, participando en la construcción de aulas y demás dependencias del edificio".
Actualmente el Colegio San José tiene 25 aulas para el dictado de clases, 10 gabinetes para trabajos de especialidad, dos salas de computación, un polideportivo y una política educativa basada en tres consignas básicas: sabiduría, santidad y salud.

