La Clásica que se vive de este lado En Mendoza eran casi las cuatro de la tarde de ayer y ese habrá sido el principal motivo de salir a la vera del camino para ver el paso de la carrera. Aunque en la largada también parece haber pasado factura el calor porque no había mucha gente y eso que allí si había sombra. Si bien es cierto que al costado de la ruta 40 no son muchas las casas ni los barrios, las localidades que iba dejando atrás la caravana multicolor no daban señas de mucho interés, por lo menos en la provincia de Mendoza. Como si hubiese sido algo calculado o ya premeditado, ni bien los pedalistas comenzaron a transitar pavimento sanjuanino, la presencia del público comenzó a aparecer al costado del camino. Saliendo de algunas casas precarias, tomando algún refresco al costado de la ruta en la escasa sombra que se formaba por un árbol flaco de pocos años. Dejando el sifón al costado de la calzada para salir a saludar el paso de los pedalistas sin distinguir equipo ni mucho menos personalidades. Así fue como se vivió la fiesta multicolor del ciclismo, con el público sanjuanino siendo un clásico, como bien indicaba la carrera con su chapa. Entrando cada vez más al corazón de la provincia, en Pocito la calle Aberastain fue un presagio de lo que sería el recibimiento en Rawson con cientos de personas para recibir a los luchadores que tuvo la prueba.
