Desde el sábado los saqueos se sucedieron hasta que los militares lograron calamar en parte el ingreso incontrolado a los supermercados en busca de alimentos. No obstante, ayer en la ciudad de Lota podía verse como un grupo de damnificados juntaban productos alimenticios que estaban desparramados por el suelo donde funcionaba un local de comida.

Otra de las imágenes de la desesperación por alimentos, se visualiza en las largas colas para buscar agua, donde los militares no dejan de poner orden.

En Concepción abrieron dos supermercados. Sus habitantes salen al medio día de sus casas por seis horas para buscar alimentos y combustible bajo la mirada de los militares. Aunque se han empezado a repartir productos básicos con cuentagotas, muchos vecinos siguen durmiendo en tiendas de campaña en las calles, protegidos por barricadas para evitar los saqueos, porque no tienen otro lugar donde hacerlo.