Pasaron 72 horas del desastre que azotó al departamento Sarmiento y todavía unas 300 hectáreas cultivadas permanecen inundadas y a la espera que drene el agua para que los productores puedan ingresar a las fincas y cuantificar los daños. La mayor preocupación está puesta en predios en los que aún no se levantaba el melón y donde las pérdidas pueden alcanzar el 100%, por la cantidad de días que la fruta va a estar sumergida. El martes o miércoles, si el clima acompaña, estiman que puede haber algo de certeza sobre los daños.
Es que si bien casi en todo el departamento sureño el agua hizo estragos, en las fincas que están en zonas bajas no sólo se llenaron más de agua que otras, sino que el mayor problema es que por su altitud tardan más en escurrir. En la Secretaría de Agricultura de la provincia explicaron que la zona más comprometida es la de Colonia Fiscal, pero están a la espera de recabar datos sobre otra fuerte zona productiva del departamento, el valle de Pedernal.
Allí el problema se multiplica en razón que ni siquiera entrar a los callejones que conducen a las fincas se puede. ‘Es una situación delicada. No podemos hablar de qué tipo de daños hay hasta que no se ingrese, pero el panorama no es el mejor y nos preocupa la situación’, comentó ayer el secretario de Agricultura provincial, Andrés Díaz Cano.
A decir de la superficie total cultivada de Sarmiento, que está en orden a las 14.540 hectáreas (7.945 con vid y otras 3.674 son de olivos, según el último censo agrícola provincial), que unas 300 hectáreas estén inundadas no representa un porcentaje muy alto de superficie afectado, pero el problema es que aquellas fincas que no están hoy por hoy bajo el agua sí sufrieron el embate de la lluvia y por ende aparecen de nuevo los fantasmas vinculados a la aparición de hongos, principalmente en la vid.
En Agricultura, por tratarse de un fenómeno extraordinario como el que ocurrió en Sarmiento y teniendo en cuenta que es prioridad por estos días del Gobierno atender esa zona, quieren que drene el agua para ver también qué otro problema pudo haberle traído a las fincas que están con sus troncos y raíces sumergidas. ‘Una vez que sepamos lo que realmente tenemos en frente, vamos a ver qué tipo de asistencia podemos ejecutar desde el Ministerio’, dijo Díaz Cano.