“La Flopy me salvó la vida, pobrecita”, decía Matías. El niño de 12 años correteaba con sus dos perras, a pocos metros de su casa, cuando Flopy tocó unas chapas que dan al frente de una vivienda deshabitada. El animal entonces aulló y se estremeció, antes de quedar fulminado por la corriente eléctrica.

Fue en la vereda de calle Caseros al 350, entre Maipú y Pedro Echagüe, Capital, donde las chapas del cierre perimetral que dan a la vereda se electrificaron por un cable pelado de la instalación eléctrica interna, informaron en Energía San Juan.

Entonces, con 220 voltios al acecho, el animal corrió la peor suerte en un lugar que los vecinos definen como punto de encuentro de los niños. Por eso, hay alarma vecinal y la gente dijo que juntarán firmas para que las autoridades intimen al dueño del predio, para que lo acondicione por el peligro que representa.

El hecho sucedió en la noche del martes, cuando se apagaba el Día de la Primavera. “Yo venía jugando por la vereda con mis perras. La Flopy se adelantó, tocó las chapas y vi que empezó a gritar y moverse. La Rosario (su otra perra) le acercó el hocico y salió corriendo, llorando. Me pareció que era como que le dio la corriente y me acerqué para ayudarla, pero entonces una vecina me gritó que no la tocara, porque iba a quedar pegado”, contó Matías.

Un policía de franco, que justo venía caminando, vio la escena y llamó a Energía San Juan. “Los técnicos vinieron al rato, cortaron la luz de la casa y se quedaron hasta que vino un escribano y constató el problema. Acá en la vereda los niños viven jugando, andan en la bici y como está a dos cuadras de la escuela Rivadavia, también pasan un montón de alumnos todos los días. Es un peligro esto”, contó Nancy Guerra, una de las vecinas.

“Estamos muy asustados, porque lo que le pasó a la perrita le pudo pasar a cualquiera de nuestros hijos”, apuntó Marcelo, otro vecino.
“Vamos a juntar firmas para quejarnos ante la municipalidad y la Policía. El dueño de esa casa puso las chapas fuera de línea, dejó el medidor colgado de un palo y ya de eso van a hacer 10 años. Además, es un juntadero de mugre. El dueño no viene casi nunca y algunos vecinos ni sabemos quién es”, agregó Ana Avila.

Desde Energía San Juan informaron que mantendrán suspendido el servicio en ese domicilio hasta que constaten que el usuario solucionó la falla.

No es la primera vez que un animal muere electrocutado en un espacio abierto. El 11 de noviembre de 2009, un perro falleció al intentar tomar agua de un charco junto a una farola del Parque de Mayo. En tanto, el 24 de enero pasado, un perro llamado Tucán recibió una descarga eléctrica cuando se acercó a una farola de la vereda del estadio Abierto, por la San Luis. En esa ocasión el animal salvó su vida y el hecho sirvió de alerta en un sitio muy concurrido los días domingos.