San Juan.- Brandon tiene 3 años y se despertó llorando antes de las 5 del martes. Una gotera caía sobre su cara. Sus papás se levantaron para qué le pasaba cuando oyeron un estruendo en la cocina: parte del techo de cañas había cedido y una mezcla de barro y agua estaba desparramada en el piso.

"Nos asustamos mucho y lo primero que hicimos fue abrigar a los niños -tiene otro de 1 año- y llevarlos a la casa de mis suegros", contó Roberto de los Ríos, quien vive en la Villa San Patricio de Chimbas.

El hombre, que es empleado de comercios, contó que esa es la casa de su abuelo, a quien él cuidaba antes de que falleciera. "Goteras hemos tenido, pero es la primera vez que el techo colapsa", dijo mientras sacaba el barro depositado sobre los electrodomésticos, que aún no sabe si volverán a funcionar.

Ahora, el hombre y su mujer esperan limpiar todo lo antes posible y que cese la lluvia para reparar el techo y poder llevar a sus hijos nuevamente a la vivienda.