Erica Dingevan fue una de las primeras diseñadoras gráficas egresadas de la Universidad Nacional de San Juan y, aunque tuvo algunos otros trabajos, ejerció 10 años como diagramadora en un medio de comunicación. Hace poco, presentó su proyecto Capital Semilla, quedó seleccionada y decidió montar su propio estudio en su casa e independizarse laboralmente. "Paralelamente hacía algunos trabajos, pero no tenía las máquinas necesarias para afrontar un proyecto serio. Fue ahí cuando presenté la idea y pude adquirir más impresoras, materiales y una computadora nueva", contó la diseñadora.
Inicialmente, el estudio estaba orientado a crear folletería y cartelería destinada a la difusión turística, pero la sobreoferta hizo que el negocio no resultara lo exitoso que Erica esperaba. Lejos de bajar los brazos, decidió buscar nuevas alternativas y encontró en diseño e impresión de tarjetas, folletos y recuerdos de papel, como también la sublimación de tazas (sobre todo con motivos infantiles) una alternativa atractiva para la gente y de mucha demanda en épocas puntuales del año como Día de la Madre, del Niño, o eventos familiares. "Probablemente trabaje más horas que antes, pero estoy en casa y hago lo que me gusta. La satisfacción de trabajar en lo que uno sabe hacer y ama no tiene precio, por eso valoro mucho la oportunidad", afirmó y aclaró que esta "independencia" le permite, además de administrar su horarios, compartir más tiempo con sus pequeños hijos.
Ya instalada, Erica busca expandirse y adquirir nuevas máquinas, como un plotter, que le permitan agregar servicios al estudio. "La intención es no quedarse quieto, agregar cosas nuevas, ofrecer cada vez más. Tenemos la oportunidad de proyectos como el Capital Semilla y hay que aprovecharlos. Personalmente, si no fuera por eso yo no podría haber encarado nunca lo mío", concluyó.

