Según el mapa de la discriminación a nivel nacional, que terminó de confeccionar el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), San Juan refleja un bajo índice de actos discriminatorios (25,3%), aunque esta cifra representa a un cuarto de los 400 encuestados de 18 a 74 años en el Gran San Juan, Caucete, Jáchal y Media Agua. A la vez, del estudio se desprende que el principal factor de discriminación en la provincia es el socioeconómico. Es decir, en San Juan se discrimina mucho más por ser pobre que por cualquier otra causa habitual.

Así las cosas, la diferencia de clase, económica y social, lidera con un 24,8% las conductas de exclusión. En el interior de la provincia se registra mayores porcentajes de discriminación por esta causa que en la Capital, y este es el único punto en el que se da esta característica: todos los demás hechos discriminatorios se llevan a cabo principalmente en la ciudad capital.

En orden de importancia, los factores más susceptibles de discriminación que siguen son el aspecto físico, la obesidad-sobrepeso, el hecho de ser mujer, la vestimenta, el color de piel, la forma de pensar y la discapacidad.

La discriminación socioeconómica más precisamente apunta a los varones, en la franja etaria de 45 a 59 años y de bajos ingresos; las cifras son radicalmente menores en hombres de 30 a 44 años de niveles medios y aumentan en los sectores altos de las edades restantes.

Con respecto al aspecto físico, el sexo masculino también sufre más discriminación, pero en este ítem, los mayores porcentajes se dan en la franja más baja del punto anterior, lo que refleja el abanico de posibilidades que encarna este estudio cualitativo y cuán impregnadas en la sociedad están las prácticas discriminatorias.

Diferenciando por género, los hombres son más discriminados por nivel socioeconómico, la discapacidad, la religión, el aspecto físico, la forma de pensar, el lugar de origen y si estuvieron presos; el sexo femenino, por nacionalidad, color de piel, obesidad, vestimenta, orientación sexual, edad, y por el hecho de ser mujer y madre soltera también.

Ahora bien, la cuestión cambia en referencia a la frecuencia con que se discrimina con respecto a un factor: el estudio registró que aquellos que son discriminados por su nacionalidad, orientación sexual y religión suelen sufrir el acto discriminatorio más seguido; otros frecuentes son la obesidad-sobrepeso, el lugar de origen y el aspecto físico.

De forma similar, en la discriminación presenciada a un tercero, el nivel socioeconómico vuelve a ser la causal más común (20,6%), pero aquí le siguen la discapacidad, el aspecto físico, el color de piel y la obesidad; de hecho el actual titular del Inadi, Claudio Morgado, explicó a DIARIO DE CUYO que lamentablemente la discapacidad es un factor de discriminación muy presente a nivel nacional. "No queremos hacer de esta gestión una sucesión de eventos atomizados, sino acciones políticas concretas, políticas públicas en relación a la temática", dijo el funcionario, quien tomará la discapacidad como una de las temáticas que embanderarán el instituto nacional.

Ambas discriminaciones descriptas encuentran en la sociedad en general, en el ámbito laboral y en la escuela sus mayores prácticas; también, los sanjuaninos consideran que los grupos que más discriminan son los sectores económicos más privilegiados, la población en general y los políticos.

Por otro lado, para los encuestados, las personas más susceptibles de recibir actos discriminatorios son los pobres, los obesos, los enfermos de VIH/ Sida, los gays, lesbianas y travestis, las personas con discapacidad y las provenientes de países limítrofes.