Al menos 27 personas resultaron heridas y otras 16 fueron detenidas durante los disturbios que se produjeron ayer frente al estadio Mané Garrincha, en Brasilia, donde se puso en marcha la Copa de las Confederaciones.

La principal reivindicación esgrimida por el heterogéneo grupo de activistas que se concentró ayer fue contra los 600 millones de dólares invertidos en la remodelación de la Arena ‘multiuso‘ Garrincha, mientras se destinan escasos recursos a la educación y la salud, según expresaron los disconformes.