Cuando una ley es aprobada por ambas cámaras va al Ejecutivo que tiene 10 días para promulgarla. Si la veta, la norma vuelve a la cámara de origen, que si insiste con el proyecto debe aprobarlo con los 2/3. Sinó pierde estado parlamentario.
Cuando una ley es aprobada por ambas cámaras va al Ejecutivo que tiene 10 días para promulgarla. Si la veta, la norma vuelve a la cámara de origen, que si insiste con el proyecto debe aprobarlo con los 2/3. Sinó pierde estado parlamentario.