Carlos Tevez volvió a entregar parte de su tiempo a los hinchas de Boca Juniors y sin apuro atendió cada pedido de autógrafo y fotos frente al portón de entrada de Casa Amarilla. Tras el entrenamiento el jugador se asomó al ingreso principal del complejo Pedro Pompilio, que da a la calle Wenceslao Villafañe y con un enrejado de por medio, firmó, posó y dialogó con los fanáticos xeneizes. El hábito de Tevez marca todo un profundo cambio de rumbo con lo que venía siendo de mucho tiempo a esta parte el contacto del plantel de Boca con sus seguidores. El pasado jueves, varios futbolistas y el entrenador Rodolfo Arruabarrena, al recorrer el tramo que va desde el Polideportivo Benito Quinquela Martín hasta La Bombonerita, el estadio cerrado, por la calle Arzobispo Espinoza, también se detuvieron a atender a los fanáticos.