Adelaida, una ciudad australiana eminentemente vitivinícola, es donde John Howard Wyne Richardson pasó su niñez y adolescencia. Ayer, al probar el Chardonnay y Viognier de Casa Montes, cerró los ojos y disfrutó. “Los vinos con carácter me hacen rememorar a mi ciudad”, dijo luego exteriorizando a cada momento su pasión vitivinícola.

Así se lo vio ayer pasadas las 13, al recorrer las viñas de la bodega ubicada en Pozo de los Algarrobos, Caucete. Se paró en cada viñedo, sin importar que sus zapatos se llenasen de tierra en los callejones, y hasta dedicó varios minutos a revisar las ramas recién podadas de las viñas de uvas Chardonnay.

También pasó largo rato junto a su señora y el propietario de la finca, Francisco Baltazar Montes, en el sitio del reservorio de 33 millones de litros de agua con que se alimenta el riego por goteo computarizado con que se riegan las 150 hectáreas. En esa extensión hay 11 variedades de viñas cuyas uvas terminan en botellas de vinos de alta calidad de exportación.

“Estoy muy sorprendido por la preparación y tecnología aplicada en esta bodega. El sistema de riego es extremadamente sofisticado y el control y también la eficiencia que hay en la producción”, dijo en un momento.

La sorpresa de sentirse familiarizado con ese emprendimiento tenía sus razones: El dueño de la bodega, Montes, le explicó que toda la tecnología aplicada allí proviene de un australiano, Richard Smart, quien hace 10 años fue el artífice de esas instalaciones.

El embajador almorzó en esa bodega con la familia propietaria, el gobernador Gioja, el ministro de Hacienda, Aldo Molina, el diputado Ruperto Godoy y el responsable de Integración y Desarrollo Regional, José Cobos. También estuvieron el enólogo Pedro Pellegrina y el responsable de fincas Juan Ripoll, entre otros.

Montes lo sorprendió al ofrecerle el “Pan de la Amistad”, una enorme galleta que la pareja diplomática y los empresarios cortaron con la mano. Luego comió verduras y asado, dulce de membrillo y ambrosía. Y por supuesto, probó la mayoría de los vinos de la bodega. “¡Yo amo el vino y lo que he probado hasta acá, es excelente!, dijo en un momento.