�Juan Antonio Vergara siempre fue un hombre muy activo. Por eso, cuando hace 15 años se retiró de la Policía, luego de prestar servicio por 25 años, buscó otra actividad que realizar. Optó por hacer una chacra en el fondo de su casa sin imaginar que eso le cambiaría la vida por completo. El hombre tiene 62 años, hace 20 que padece diabetes y 10 que está en silla de ruedas. Sufrió la amputación de ambas piernas por lastimaduras producidas en ambos pies. Ignoraba que tenía que protegerlos de lesiones. ‘Estaba haciendo unos surcos para plantar ajo y cebolla y me pegué con el azadón en el dedo gordo del pie derecho y me lastimé porque estaba de ojotas. Como no me dolía tanto no le puse atención. Cuando lo hice ya era tarde. Por la infección me cortaron la pierna’, contó el hombre.
Luego de eso, Vergara comenzó a usar muletas. Pero, al tiempo, el roce de la zapatilla le lastimó el pie izquierdo. Nuevamente la herida se le infectó y terminó perdiendo la otra pierna. ‘Si hubiera sabido que era tan importante cuidarse los pies, le hubiera puesto más atención. No me queda más que lamentarme de mi ignorancia. Espero que los demás diabéticos sepan cuidarse’, dijo.
