– El sistema parlamentario de Gobierno cuenta con capacidad de ‘despedir‘ al Ejecutivo que pasa a tener un mandato delegado y revocable por el Congreso, opuesto a toda idea de ‘eternidad‘ en el poder.
– Si se modificara la Constitución para que el Jefe de Gabinete (o un ‘primer ministro‘) fuera designado por la Cámara de Diputados, con esa única medida ya habría sistema parlamentario en la Argentina. Así se conseguiría que este alto cargo, sin depender del presidente, pudiera estar al frente de la Administración del Estado asumiendo una gestión más profesional de los asuntos públicos. Se convertiría en un delegado del Parlamento, al que debería rendir cuentas periódicamente, bajo el riesgo de ser destituido por una moción de censura.
– Así, la Cámara de Diputados tendría los mismos poderes que la Comisión Directiva de un club y podría cambiar al DT cuando lo considerara oportuno. En el sistema presidencialista argentino, en cambio, existe un DT por un período fijo de cuatro años, al que no se puede destituir, a pesar de los malos resultados obtenidos en la cancha. Es decir, un presidente no puede ser revocado, salvo un juicio político.
-En el sistema parlamentario, el Primer Ministro (jefe de Gobierno) puede ser revocado en cualquier momento con una moción de censura, votada en el Congreso nacional. De modo que, lejos de contar con un mandato ‘eterno‘, el Primer Ministro puede ser despachado a casa en cualquier momento.
Esta es la enorme ventaja que ofrece el sistema parlamentario sobre el presidencialista. La posibilidad de que si el Primer Ministro comete graves desatinos, puede ser echado con la misma facilidad que la Comisión Directiva de un club de fútbol se desprende de un DT ineficaz.
– En Argentina, el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, considera que con un sistema parlamentario sería más fácil superar crisis de Gobierno.
– En democracias europeas, los primeros ministros no suelen tener límites temporales para ejercer ese cargo mientras cuenten con respaldo de los legisladores. Por eso, algunos kirchneristas creen que sería la manera más sencilla de habilitar a Cristina Fernández de Kirchner para su continuidad después de 2015.
– Países europeos como Alemania, España e Italia no eligen directamente a su gobernante nacional. Eligen parlamentarios y luego el Parlamento designa a su jefe de Gobierno, de acuerdo con las reglas de un sistema parlamentario.