En nuestro establecimiento la articulación se hace desde hace mucho tiempo, por una cuestión humana y para cuidar el equilibrio emocional de los chicos, ya que somos una comunidad que apunta al desarrollo de la persona.
Creemos que si durante un año nos llegan a conocer y comparten momentos con nosotros estarán más relajados y seguros, entonces el traspaso va a resultarles menos traumático y van a poder dedicarse más al estudio.
Los alumnos de sexto a lo largo de todo el año vienen un día a estar con los de primero de la secundaria para tratar con sus futuros docentes, ya que en la nueva etapa son muchos y eso normalmente es lo que genera más temores.
Comparten actividades en el laboratorio o en la sala de informática con acceso a toda la tecnología que no tienen en sus salas, por lo que les resulta muy gratificante.
Este tiempo juntos es fundamental porque además de charlar con los del otro nivel, les posibilita aprender los códigos, los hábitos y la metodología de aprendizaje que van a tener que afrontar, para estar más preparados y con menos incertidumbre respecto de "lo que les espera’, para que disfruten esta transición sin miedos, con confianza, energía y alegría.
