Alejandra compartió en las redes la foto que muestra cómo quedó su auto tras el ataque de su ex, para pedir ayuda.

Hace 14 años, Alejandra Cortez inició su relación con Ricardo Fernández en la tranquilidad de Valle Fértil. Ella se quedó embarazada 2 años después e iniciaron la convivencia que decidieron sellar hace 7 años con su casamiento. Al principio todo era normal, pero los celos constantes por parte de él fueron en ascenso hasta transformarse en violencia. Tras decidir separarse, la mujer vive una pesadilla. Según cuenta, es acosada, hostigada e incluso sufrió robos y destrozos de su vivienda y su auto por parte de su ex, a pesar de que él tiene una perimetral judicial desde hace casi un año. Tiene miedo y por eso decidió hacer pública su historia.

“Hace poco más de un año y medio, le dije que me quería separar. Él llegaba a la casa borracho, y posiblemente drogado, y la situación empeoraba. Yo no podía ir al gimnasio o al cumpleaños de una amiga porque me volvía loca con llamados o pasaba varias veces por el lugar para controlarme. Y, si bien nunca me pegó, empezaron los forcejeos. En ese momento decidí terminar la relación, porque además tenemos una hija de 12 años que tengo que cuidar”, relató la mujer.

Y agregó que “durante el primer mes y medio de la separación todo estaba bien, me decía que me iba a ayudar con mi hija, que no me preocupara. Pero cuando se dio cuenta de que yo no iba a volver con él empezó el acoso”.

La mujer confió que llegó a recibir hasta 60 llamadas y mensajes diariamente de Fernández, quien la amenazaba o le decía que se iba a quitar la vida. Mientras, la seguía por la calle, la insultaba, y por eso decidió denunciarlo. La primera denuncia penal llegó después de que su ex le robara.

“Él sabía que en mi teléfono yo tenía pruebas de su acoso. Entonces, me lo robó de adentro del auto y con él se llevó la billetera con toda la documentación y una bicicleta. La Policía lo buscó por varios días y estuvo una semana detenido. Pero después, nada cambió”, relató Cortez.

A la vez, contó que “el tiene una perimetral ampliada, pero no la respeta. Una vez llegué a mi casa y me había roto todas las luminarias. Por eso, volví a denunciarlo. Sin embargo, todo se complicó más”.

El fin de semana pasado, cuando ella llegó a su casa, encontró el parabrisas de su auto destrozado. “Él me lo rompió de un piedrazo, ¿qué hubiese pasado si yo hubiese estado adentro?”, se preguntó.

Tras el hecho, la mujer hizo una nueva denuncia penal y desde ese momento, el hombre está prófugo. “A mí me han dicho que lo han visto en el pueblo, pero la Policía todavía no lo encuentra. Yo tengo mucho miedo y toda mi familia teme por mí. Por eso, desde hace una semana vivo con mi hija en la casa de mis papás”, sostuvo. Y reflexionó: “No puede ser que tengamos que vivir así, con miedo y cambiando nuestra rutina. Necesito ayuda”.