�El legado de Giovanni Melchiorre Bosco (su nombre en italiano) sobre cómo educar: 1-El educador debe hacerse amar si quiere obtener el amor y respeto de sus alumnos. 2- El docente debe administrar una cantidad variada y adecuada de correctivos y evitar con su aplicación gradual perjuicios mayores. Una mirada vehemente, o, una alabanza, pueden resultar disuasivos por un lado y potenciadores por el otro. 3- Nunca corregir en publico, sino en privado y usando la mayor prudencia y paciencia, apelando a la razón y a la religión. Una de las razones del éxito del sistema preventivo pasa por la difusión y consentimiento de todos los miembros y reglamentos institucionales.
