Mas habita un hermoso departamento en el corazón de Palermo, en Capital Federal. Ahí convive junto a su esposa desde hace dos años, Lucrecia, el pequeño Valentino y los dos perros bull terrier, Kenia y Koda, a los que realmente adora el futbolista. "A todos se los digo: ‘Somos como una manada’. Los cinco vamos juntos a todos lados donde podemos. Realmente somos muy compañeros entre nosotros. Somos una gran familia", puntualizó el zurdo.

Emma atraviesa un gran presente personal, luego de haber sido padre por primera vez. "Valentino es un Sol. Es súper tranquilo y re pegadizo conmigo. Lo adoro y trato de compartir el mayor tiempo posible con él. Con Kenia y Koda se entiende de maravilla", reveló. Una muestra del cariño que se prodigan es que el zurdo subió a su cuenta en Instagram un video de su hijo jugando con una de las mascotas.

Si el clima lo hace posible, Valentino y mamá, Lucrecia, suelen ir a verlo jugar a Emma cuando San Lorenzo hace de local. "Dice mi esposa que (Valentino) mira el partido re tranquilo, que hasta parece que lo disfruta. El sábado quería que fuera para ver el partido contra San Martín, que obviamente es especial, pero como llovió tanto no se dio", aseveró.

Su
La vida cotidiana del lateral transita entre los entrenamientos, partidos y su cuidado personal más que estricto, lo cual lo hace un auténtico profesional. No puede faltar la clásica siesta y escuchar las premisas por parte tanto de su nutricionista personal como de la coach que lo guían. También son un clásico los paseos familiares por los Bosques de Palermo. Así es la vida de Emmanuel en esa "jungla" a la que muchos llaman Buenos Aires y donde este sanjuanino de pura cepa sigue creciendo.