A partir de la renuncia de Augusto Rago, quien quedó como presidente de la Convención bloquista es Gerardo Ledesma. El dirigente asumió el mismo lunes, se trata de un hombre cercano a Graciela Caselles y venía actuando como el vicepresidente primero del máximo órgano partidario. La otra baja fue la de Miguel Pérez, exvicepresidente segundo, quien atribuyó su dimisión sólo a cuestiones personales.
El control de la Convención es clave, porque por allí pasan las decisiones más importantes que debe adoptar el partido. En 2015, por ejemplo, deberá resolver si sigue siendo aliado del giojismo para las próximas elecciones generales o si, por el contrario, termina con esa sociedad y conforma un frente opositor. En los últimos años, siempre predominó la idea de jugar en el Frente para la Victoria.